Si algún día me conocieras...
morirías de miedo,para luego reír de alegría.
Caerías al fin en cuenta...
que las categorías son un invento,
que la bondad y la maldad conviven en uno mismo,
pero siempre hace falta equilibrio.
Comprenderías que la felicidad está donde no se la espera,
que vale la pena sufrir para disfrutar,
y sobre todo...que las apariencias engañan.
¿Nunca te engañaron?¿Nunca hubo un autoengaño?
Seamos sinceros...vivir en una mentira a veces es mas fácil que enfrentar la realidad.
Tal vez ese es el porqué de mi semblante cargado con una mueca triste.
Quizás entendí muy prematuramente cómo resulta ser la realidad,
para desesperanzarme, madurar pronto y pudrirme antes de tiempo.
Sin embargo me niego a bajar los brazos.
Porque a pesar de todo estoy convencido que puedo dar mucho,
que puedo y merezco ser feliz...pero bajo mis términos.
¿Tenes miedo? Podes seguir tu camino.
¿Queres arriesgar? El que no arriesga no gana.
Yo sólo sé que puedo ofrecer todo mi corazón.
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