...Cuando recibio la noticia de la vuelta a la vida, el dubitativo espíritu se volvio incontenible. Se sentía casi con una nueva oportunidad de existencia, una totalmente nueva.
Todo predispuso a este alma a salir con deseos renovados de realizar sus metas y sueños fallidos en su vida pasada. Creía que se llevaría todo por delante, como una ola desapareciendo castillos de arena.
Pero todas las ilusiones se pueden desvanecer, parcial o totalmente, de un instante a otro. Inclusive para un alma en una situacion así, con cierto aire a redención. Una redencion que, de una u otra forma, todo espíritu (consciente de que la perfección es algo imposible) quiere poseer.
Y es que hasta la llama del deseo más ardiente se puede agotar, o peor aún, ser extinta por terceros.
Esto fue lo que transitó el pobre ser etéreo por el que han sido escritas estas palabras:
su nueva esperanza, su segunda oportunidad (quien dijo que lo segundo no tiene importancia???), su ardiente llama...estuvo a punto de desaparecer. Pero alguien muy sabio dijo alguna vez: "lo que no nos destruye, sólo nos hace mas fuertes".
Pobre alma! Presentársele tales dudas sólo porque sintió que sus chances eran menos seguras de lo que pensaba! Pensar que porque hay gente con mas habilidades o posibilidades de lograrlo, el no podría!
Se dice que cuanto más se piensan y dudan las cosas, peor es el resultado de las acciones. Tal vez sea cierto (muchas veces todos lo pensamos)... pero éste no es el caso. Meditar sobre ésto fue lo que salvó al espíritu, y finalmente lo encaminó a su tan ansiada redención, por la cual esperó muchísimo tiempo (aunque en estas situaciones todo tiempo parece ser "eterno" para quien lo vive).
Lo único que tuvo que reafirmar en su conciencia fué algo que no es dificil de razonar pero muchas veces no lo logramos.
Fué esto: "Toda manifestacion de conciencia es única e irrepetible. Pero de ésta depende que sea verdaderamente apreciada por quienes quiere, verdaderamente exitosa. Exitosa en el único modo posible: el que ella desea".
Sus metas eran totalmente concebibles: sabiduría (no hay que confundirlo con sabihondez, algo radicalmente diferente), paciencia (para con el propio ser como para con los demás)...y la más importante de todas, profesar amor para con todo (tanto para con uno mismo, como para con los demás).
Creo que todo se resume a estas breves palabras.
Pero no quiero finalizar esta escritura (hecho con intenciones de encaminar algun que otro ser sin rumbo) sin decir ésto: este alma luchará sin descanso y con convicción (algo que siempre la caracterizó), para así llegar a estas metas que lo realizarán como ser consciente, llegando al estado mas anhelado: LA FELICIDAD.
Y así concluye todo este asunto, tan enmarañado y simple a la vez. La existencia de un ser más, al que algunos podrán darle importancia, y al que otros tal vez ignorarán toda su vida...que después de todo (y siendo bastante obvio)... es quien escribe estas palabras.
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Julio de 2004
Comenzando a comprender...
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